Suplementar con Omega 3: Qué, por qué y cómo

Cuando al principio de temporada llamé a la puerta de Anna y de su centro Nutriexper, lo primero que hizo cuando se enteró de que no comía pescado fue sugerirme el consumo de cápsulas de Omega 3.

Odio el pescado desde niño y siempre había pensado que sus nutrientes o no eran tan importantes, o bien podía obtenerlos de otras fuentes. Después de años de ignorancia me entero de que no podía estar más equivocado.

Los ácidos grasos Omega 3 no son sólo imprescindibles para nuestro desarrollo, sino que estos son vitales para gente, que como tú o como yo, sometemos a nuestro cuerpo a un estrés continuo.

Los Omega 3 no se producen de forma natural en nuestro cuerpo, así que la única manera de obtenerlos es comiendo alimentos ricos en éstos. Y como no me veía comiendo algas ni tampoco pensaba tocar el pescado, hice caso a Anna y sin rechistar empecé a tomar religiosamente las capsulas de Omega 3 durante algunos meses.

Hace unos días recibí un paquete con varios productos de Omega 3 de los chicos de Omegafort y con su llegada, surgió en mí un renovado interés por conocer más acerca del tema y de cómo puede ayudarnos para rendir más y mejor.

Índice del artículo

¿Qué son los Omega 3?

Los Omega 3 pueden dividirse en seis tipos, aunque el DHA, EPA y ALA son los más conocidos. Los dos primeros se obtienen a través del consumo de productos marinos como las algas y sobretodo pescado azul, mientras que el ALA se encuentra en productos de origen vegetal como el aceite de girasol, algunos cereales y otros frutos secos.

Ninguno de estos tres tipos de Omega 3 se produce de forma natural en nuestro organismo, así que como decía arriba, el consumo de ellos es esencial.

Resumiendo diríamos que el DHA y EPA son los más beneficiosos, y los del tipo ALA los malos de la película. La función de los ALA es transformarse en DHA, aunque con una conversión muy baja (de entorno al 1%), por lo que el resto de los ácidos grasos no convertidos se transforman en saturados.

Los Omega 3 DHA son vitales para el desarrollo del cerebro y nuestras funciones cognitivas, y deficiencias de éstos están asociadas con enfermedades como la depresión, trastorno bipolar e incluso Alzheimer.

En cuanto a los Omega 3 EPA, podemos decir que juegan un papel fundamental contra las respuesta inflamatorias de nuesto organismo. Dicho de otra forma, son unos anti-inflamatorios naturales geniales.

¿Por qué suplementarse con Omega 3?

Desde el 2004, el multiple Ironman y neurocirujano Joseph Maroon, ha llevado a acabo varios estudios clínicos que demuestran que los Omega 3 son tan efectivos como otros anti-inflamatorios utilizados para liberar de dolor a personas con dolores en las articulaciones debido a la artritis.

Uno de sus estudios proporcionó 1200 miligramos de DHA y EPA en 250 mujeres y hombres con dolores en cuello y espalda. Después de un mes, el 59% de aquellos que consumieron cápsulas de Omega 3 se habían liberado de gran parte del dolor pudiendo dejar de usar otros anti-inflamatorios.

De forma natural nuestros cuerpos producen substancias inflamatorias, especialmente cuando lo sometemos a estrés, y los Omega 3 son los encargados de contrarrestar esta inflamación. Así que con un consumo suficiente de Omega 3, ayudas a reducir la inflamación de las células de tu cuerpo y favoreces a una recuperación más rápida de tu organismo.

¿Cómo suplementarse con Omega 3?

La forma natural e ideal sería comiendo suficientes raciones de pescado al día como para llegar a la cantidad mínima recomendada de Omega 3. Sin embargo, en ocasiones esto puede ser difícil, sobretodo en deportistas en los que podrían beneficiarse de un mayor consumo de Omega 3. Suplementarse, por lo tanto, parece una opción ideal.

Actualmente existen tanto aceites de pescado como cápsulas, y aunque mi experiencia se limita a lo segundo, por lo que he podido leer las cápsulas parecen ser la forma más cómoda y concentrada de obtener Omega 3.

Ahora bien ¿cuánto Omega 3 debemos o podemos tomar? ¿cuánto más tomemos mejor para nuestro organismo?

Lo primero que debemos entender es que todas nuestras células están formadas por una membrana de ácidos grasos Omega 6 y Omega 3. Lo ideal sería que hubiera un equilibrio de consumo entre ambas de 1:1, pero lo cierto es que nuestra sociedad tiende a consumir demasiado Omega 6 llegando a proporciones de más de 20:1.

Dicho esto, antes de nada debemos moderar el consumo de Omega 6 evitando en exceso aceites vegetales y margarinas (utilizadas en galletas y otra bollería industrial).

Una vez entendido la importancia de este equilibrio, lo siguiente es suplementar adecuadamente y lo mínimo recomendado sería de con unos 500mg diarios, aunque en deportistas parece ser beneficioso el consumo de hasta 1500mg.

He estado buscando información acerca de los efectos negativos de consumir demasiado y no he encontrado estudios recientes que digan nada al respecto, por lo que entiendo que lo importante parece ser no tener deficiencia de estos y que haya equilibrio entre Omega 3 y 6.

Y tú ¿tomas Omega 3 habitualmente? ¿has notado mucho los efectos desde que lo tomas en tus tiempos de recuperación?

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