Crónica: Empezando la temporada con la Compressport Malta Trail League

A menudo me repito que no me gustan las carreras cortas, que yo prefiero hacer kilómetros y que no me divierten los ritmos “rápidos”. La realidad es que sólo es una excusa barata para quitarme presión de encima, porque cuando hay pocos kilómetros por delante, hay poco margen para errores y me cuesta más abrirme a la experiencia de correr y disfrutar.

Me gustan todas las carreras porque me gusta dar lo mejor de mi mismo y cuando compito me aseguro de que así sea. La verdadera cuestión aquí es ¿por qué iba a querer correr sólo durante unos pocos minutos si puedo correr durante horas?

Esta carrera era la primera de las cuatro pruebas de la Compressport Malta Trail League y el recorrido, que era tan corto como divertido, ha sido más que suficiente para volver a despertar en mi ese monstruo dormido que no competía desde octubre.

Han sido tres meses en el dique seco. Tres meses sin ponerme un dorsal. Tres meses sin sentir ese nosequé tan especial que sólo nos dan las carreras de trail running. No te puedes llegar a imaginar lo bien que sienta volver al ruedo.

Y si participé el domingo fue gracias a Mario y Santino, dos amigos malteses, también corredores, que no sólo me avisaron de la carrera, sino que se las apañaron para llevarme y que me diera tiempo a correrla en un domingo con una agenda más que apretada.

Me levanté el domingo a las cinco de la mañana con mucho sueño y con pocas ganas de correr. Aún de pre-temporada, mi físico deja mucho que desear y había cero expectativas en cuanto a resultados o tiempos, así que cuando un par de amigos me dijeron que me veían en primera posición, se lo negué rotundamente.

Te contaré un pequeño secreto: Odio cuando la gente hace predicciones de mis carreras o comparte conmigo sus expectativas si no lo hago yo antes. Por mucho que lo digan con la mejor de sus intenciones, lo único que consiguen es añadir presión, corro menos para mi mismo y más para ellos. Disfruto menos.

Eso sí, si lees esto y de verdad quieres motivarme, la próxima vez que me veas, rétame a conseguir algo o dime que no me crees capaz. Te prometo que sacarás lo mejor de mi mismo.

En fin, la idea era salir todo lo tranquilo que el grupo de cabeza permitiera y pegarme a ellos hasta evaluar el nivel. Luego ya decidiría si podía acabar dignamente.

Estoy en la meta hecho un mar de dudas, sin embargo, las piernas tiemblan como unas condenadas, lo que significa que están listas para correr. Eso me tranquiliza, me hace reír y pienso: “Joder, cómo lo echaba en falta”.

“20 seconds to go… 10 seconds to go… 3… 2… ¡1!”. Algo cortocircuitó en mi mente y desde el metro 5 de carrera me puse en cabeza pasándome por el forro mis intenciones.

Corrí como tanto me gusta y abrí pista de principio a fin exceptuando cuando una vez más me salí del recorrido (empieza a ser lo habitual). Di marcha atrás hasta que vi al segundo clasificado y a tres corredores más pasar a lo lejos por la dirección correcta. Entre ellos estaban mis amigos Santino y Mario.

Los alcancé en una pequeña bajada y volví a ponerme en cabeza, aunque en esta ocasión, manteniendo un ritmo más relajado que en el resto de carrera y marcando el ritmo para los tres. Íbamos en cabeza y mi intención era acabar firmando un top 3.

Poco después empecé a escuchar los pasos de alguien más, un corredor que venía pisando fuerte y con intenciones de pasarnos a todos, así que rompiendo con la bonita idea de cruzar la meta acompañado, abrí bien los pulmones, respiré profundamente y me prometí apretar a muerte hasta que todo acabara.

Y así fue, llegando en primera posición en la primera carrera del año, de la temporada y desde que llegue a esta preciosa isla llamada Malta.

Tengo que confesar que creo que el resultado de la carrera es una mera anécdota y que para nada refleja mi estado de forma actual, que si tuviera que calificarlo, no le daría más de un 5 o 6 sobre 10. Sin embargo, éste es tan buen punto de partida como cualquier otro para lo que pretendo exigirme y lograr este 2015 y esta carrera me ha dado ese plus de motivación que necesitaba para empezar con un año que pienso recordar durante décadas.

Desde ya empiezo formalmente con la temporada. Vuelvo a las kilometradas y a los entrenos cañeros y ¡te prometo que va a ser la ostia de divertido!