Quiénes me conocen, saben que soy un fiel defensor de la cerveza, pero no porque crea que me haga rendir más o me ayude a recuperar mejor, sino porque sienta genial si la compartes con amigos.
Hoy me he levantado poco antes de las 5 para salir a correr con el grupo (el calor empieza apretar) y después de un rato corriendo, he visto el buff de Cliff. Decía: «Train, Race, Beer».
Al verlo sabía que ya era hora hablar de los beneficios de la cerveza después de correr y le he preguntado si me dejaba hacerle una foto para el blog. Obviamente no ha podido negarse.
Mucho se ha escrito ya sobre el tema, pero espero poder aportar mi granito de arena con las siguientes líneas.
Lo que dice la ciencia sobre la cerveza y correr
Para empezar, voy a hablarte de los efectos positivos y que no podemos obviar.
La cerveza contiene cantidad de nutrientes, entre los cuales encontramos el selenio (funciones antioxidantes), vitamina B (imprescindibles para convertir los carbohidratos en glucosa y la glucosa en energía), fósforo (contribuye a fortalecer huesos y dientes) y niacina (posiblemente beneficioso contra el colesterol).
Además, la cerveza contiene proteínas, algo de fibra y silicona dietética, que ayuda a prevenir la osteoporosis. Por supuesto, todo esto no lo digo yo, lo dice un experto del tema y profesor de la Universidad de California llamado Charlie Bamforth.
Como bonus añadido, algunos estudios demeustran que la cerveza ayuda a reducir el estrés, lo cual parece ayudar a recuperar mejor.
El gran contra de de la cerveza es que para que pueda ser considerada como una bebida adecuada para después del ejercicio, debería perder la mayoría del alcohol, y las razones van más allá de los efectos deshidratantes que produce.
Un estudio publicado el año pasado demuestra que grandes cantidades de alcohol afectan a la biosíntesis proteica, método por el cual tus músculos se reparan después de salir a correr. John Hawley, el investigador que lidera el estudio, concluyó que la síntesis de proteína de los atletas que bebían mucho después de los entrenos decrecía en casi un 40 por ciento.
Entonces, resumiendo, ¿cuáles son mis conclusiones?
Primero, que si es con moderación, beber cerveza después de correr puede ayudar a la recuperación (mínimamente), pero dista mucho de ser una bebida ideal para utilizar como «recuperador». Para eso, no hay nada como comerse un buen plato después de entrenar, o también aceptable, un batido de algún recuperador muscular comercial.
Y segundo, que para algunos la cerveza siempre será un buen incentivo para las carreras y entrenos, porque les guste su sabor y les parezca refrescante, y sobretodo porque como he dicho al principio, sabe increíble si la compartes con amigos. Pero ahí queda la historia.
Espero no haberte desilusionado con mis conclusiones. Yo personalmente seguiré tomándome una de tanto en tanto y especialmente ¡si coincidimos en alguna carrera o entreno!
Y a tí ¿te gusta beber cerveza después de correr?