Primera hora de la mañana. Te levantas pronto, muy pronto… para salir a correr antes de ir a trabajar. Las calles no están ni puestas. Estás en pleno Julio y pese al madrugón, ya hace un calor de muerte. Pero también serÃa igual de duro cualquier mes de invierno, en el que sales con mil capas para combatir el frÃo helado. La cuestión es que te pones las zapatillas y logras salir de casa venciendo el sueño y cumpliendo como un verdadero héroe.
Das los primeros pasos y esperas poder despertarte dando algunos más. Esperas que las sensaciones mejoren, porque cada uno de los primeros pasos son un suplicio. Te sientes cansado, pesado, derrotado y en lo único que piensas es en volver a casa y no sabes porqué. Llegas a la conclusión de que hoy no vas a hacer uno de tus mejores entrenamientos.
«¿Qué cojones me pasa?» te preguntas.
Sigues corriendo y las sensaciones no mejoran. Te planteas todo. Cómo entrenas, qué te pasa… En dÃas asà nos sabes que tiene de especial esto de correr y hasta te cuestionas porqué te gusta tanto.
¿Te resulta familiar esta historia? ¿Has tenido algún dÃa asÃ?
Seguro que sÃ.
No quiero que nadie que lea este blog piense que correr es algo que hago a diario sin dificultades o problemas, asà que he pensado en compartir estas lÃneas contigo.
Ni tú ni yo somos los únicos que tenemos dÃas asÃ. Todos tenemos dÃas de mierda, la clave es saber que existen y van a suceder, que estos dÃas forman parte del progreso y del camino de cualquier corredor, y que esos dÃas debes tener fe y mucha paciencia para tirar adelante.
¿Por qué algunos entrenamientos apestan?
Puede haber mil motivos para que durante un entrenamiento (o varios) no te sientas bien, pero voy a comentar algunas de las razones más generales aquÃ.
Si la cosa se alarga o estás teniendo un racha en la que no te encuentras bien corriendo, intenta entender qué sucede, qué ha cambiado y si estás haciendo algo mal.
1) No has recuperado correctamente
Cuando entrenamos a menudo y con una carrera o gran objetivo en mente, muchas veces, por mucho que intentemos escuchar a nuestro cuerpo, parte del desafÃo consiste precisamente en jugar con esa fina lÃnea entre el entrenamiento y el sobre-entrenamiento.
Si es una semana de carga, es normal que no tengas ni las piernas ni el cuerpo para mucha fiesta, especialmente después de entrenamientos largos o intensos. Nuestro cuerpo necesita más tiempo del que muchas veces le damos para recuperarse.
2) No te has dado suficiente tiempo para calentar
Hay dÃas en los que cuesta mucho arrancar y son muy pocos los entrenamientos (si estás siguiendo un plan de entreno exigente), en los que puedas empezar totalmente fresco.
Date tiempo para calentar correctamente. Algunos dÃas son 5 minutos, otros 15 y algunos dÃas, incluso más. En algunas tiradas largas no he llegado a «sentirme en la zona» hasta pasada la hora o hora y media.
4) El tiempo ha cambiado o estás entrenando en un lugar diferente
No es lo mismo entrenar a nivel del mar que hacerlo a 1000 o 2000 metros y tampoco hacerlo con 5 grados más o menos. Tampoco es lo mismo hacerlo con o sin viento.
Todas estas condiciones afectan a cómo te sientes durante tus entrenos y probablemente más de lo que te imaginas. Tenlas en cuenta y escucha a tu cuerpo.
5) Comida e hidratación
Quizás has salido a correr con el estómago aún lleno o justamente lo opuesto, demasiado bajo de calorÃas.
Personalmente hago muchos entrenamientos en ayunas, pero nunca aquellos que suelen ser intensos o largos. Si entrenas en ayunas sin estar acostumbrado te notarás muy bajo de energÃa, asà que si sales a primera hora de la mañana o a última hora del dÃa (antes de cenar), asegúrate de comer algo rápido y que puedas digerir fácilmente, como un batido o fruta.
Carlos como dices el cuerpo es muy sabio y si, estas palabras me suenan y mucho en casa se ha vivido estos momentos cansinos y haces bien en decirlos pero están dentro de cada objetivo que tiene uno que superar por eso todo deporte tiene sus sensaciones… nanit súper crakc sigue escuchado tú cuerpo 😉