En unos días corres una carrera para la que llevas semanas o meses preparándote y ya falta muy poco, lo suficientemente poco como para que los nervios o las dudas empiecen a florecer.
¿Te sientes preparado?
Es inevitable que tengamos ansiedad y dudas de cómo lo vamos a hacer, pero si no sintiéramos todo eso ¿No crees que esto de competir sería más aburrido?
Que tengas dudas o ansiedad antes de una carrera es normal, sobretodo si te importa de verdad. Va a ser todo un reto. Pero para competir a tu máximo nivel y dar tu 100% necesitas superar todos esos demonios mentales y ganar la confianza necesaria para llegar a la línea de salida con las cosas claras.
Si has hecho las cosas bien, el día de la carrera debería ser una celebración a semanas de esfuerzo y dedicación. Ya no hay nada más que hacer. El día de la carrera es ese momento en el que puedes soltarte, retarte a ti mismo y demostrarte de qué pasta estás hecho.
Todos tenemos dudas, incluída la élite. Es inevitable. Sin embargo, esa confianza en uno mismo es la diferencia entre hacer una carrera increíble y lograr tu mejor marca personal o correr otra carrera «decente» más. Es la diferencia entre el barro y la gloria.
Para correr a tu 100% y darlo todo debes creer.
En dos días corro una carrera para la que llego con ganas y en buena forma, pero no puedo evitar hacer una lista y repasar punto por punto todo lo que me preocupa.
¿He entrenado bien? ¿He hecho lo posible para llegar en la mejor forma posible o…? ¿Por qué me pesan tanto las piernas? Quizás voy algo pasado de entrenos. ¿He descansado lo suficiente? ¿He comido como debería? ¿Debería pesar menos o más? ¿Debería haber hecho más o menos kilómetros? ¿Más fuerza, más vertical, más…?
Después de semanas entrenando duro, llegamos a la etapa final de una preparación. El volumen se reduce mucho y entrenamos menos horas. Tenemos más tiempo con el que pensar y con ello crecen las dudas y la ansiedad. Relájate y descansa, es parte del entreno. No te cebes entrenando duro hasta la última semana.
No hay nada más que rascar. No hay nada más que hacer. Los dados ya están echados. Tu única misión es creer.
Estás preparado. Estoy preparado. ¿Por qué si no estarías tan preocupado? Ahora sólo queda exprimirse y disfrutar.
5 simples consejos para superar las dudas y la ansiedad antes de una carrera
- Acepta lo obvio: Competir duele. Las carreras son duras si las quieres correr a tu 100%. Será larga, muy rápida o dura. Tocará sacar lo mejor de ti, pero prepárate para ello. Todo el mundo está en las mismas condiciones y cómo lo sobrellevas es la diferencia entre tú y los otros corredores. Acéptalo. Supéralo. Después de todo al final del día podrás volver a tu confortable cama ¿no?
- Haz los deberes. Nada incrementa más tu confianza que saber que has hecho el trabajo duro. Si confías en como has entrenado, revisa tus últimos entrenamientos y motívate pensando que todos esos kilómetros te han preparado para lo que te enfrentas. Necesitas confiar en que has hecho todo lo posible. Si cuentas con la ayuda de un entrenador y confías en él, eso facilita mucho las cosas porque puedes centrarte en hacer el trabajo duro y dejar de cuestionarte tan a menudo si hacer aquello o lo otro, y si es lo correcto o suficiente.
- Busca un mantra para tu carrera. Una frase o una serie de palabras que reflejen cómo te ves corriendo y te ayuden a superar los baches de la carrera. Desde hace mucho y especialmente en ultras me gusta pensar que «fluyo». Que mis piernas se mueven sin esfuerzo, relajadas, en control total de mi ritmo. Ágil y durable.
- Visualiza la carrera los días antes. Cuando te metas en la cama, en esos últimos minutos antes de quedarte dormido, imagínate corriendo por el recorrido de la carrera en el mejor escenario posible. Cuando salgas a rodar, también puedes hacerlo. Relájate y piensa en ello. Si lo haces los días antes de la competición, ayuda a ganar confianza y la noche antes de la carrera a quedarte dormido antes. Es una forma de contar ovejitas.
- Escribe tus sensaciones. Hay ocasiones en las que las crónicas de mis carreras las empiezo a escribir horas antes de empezar a correr. Ayuda a relajarse y a vaciar un poco la mente. Cuando escribimos y plasmamos lo que sentimos, nos ayuda a aclarar las ideas. Es una de las múltiples razones por las que recomiendo escribir un diario de entrenamientos.