La clásica falta de preparación antes de una carrera

Han pasado exactamente cinco semanas desde mi última carrera y la verdad, viéndolo con perspectiva (y calendario en mano) me parece muy poco tiempo.

Sin embargo, mi cuerpo siente que ha pasado una eternidad, lo cual es una señal irrefutable de que ganas por correr no me faltan.

De hecho, la semana pasada me quité la espinita por «competir» haciendo de liebre un 10 mil de asfalto, algo que no ocurría desde como mínimo finales del 2013. Me refiero obviamente a lo de correr un diez mil, por que lo de hacer de liebre en una carrera de asfalto era algo totalmente nuevo.

Pues bien, acabo de recordar algo que pensé aquella mañana, mientras charlaba con algunos amigos antes de que todo empezara. ¿Sabes cuáles son los dos temas de los que más se habla los días o minutos previos?

1. Todo el mundo ha entrenado menos de lo que debería.

2. Todos tenemos alguna lesión o molestia.

Forma parte de la clásica terapia de grupo y supongo que es nuestra manera de liberar tensión antes de una gran prueba.

No creo que sea algo malo, todo lo contrario, me parece algo muy natural, pero por ahora yo he decidido dejar ese juego.

Me enorgullezco de «pensar» que soy una persona que no suele quejarse demasiado ni poner demasiadas excusa, pero a partir de ahora, me voy a poner aún menos. Es uno de mis objetivos de la temporada.

Así que la próxima vez que me queje o ponga alguna excusa cuando hablemos en persona, tienes todo el derecho a recordarme este post. Eso sí, el derecho de llorar un poco en el blog lo mantengo, después de todo esto no es más que mi diario más íntimo.

Haciendo de liebre de 40 minutos