No sé tu, pero yo tengo un montón de camisetas. Demasiadas…
Hace unas semanas fuimos a correr la 4 Termes y Dani, uno de los compañeros del equipo, me cedió su inscripción. Al ser la primera prueba del circuito, las plazas se agotaron muy rápido y yo, que no lo prevÃ, me quedé sin. ¡Aún te debo un montón de birras Sheriff!
Ese dÃa lo pasamos de barbacoa hasta las tantas y cuando ya nos despedÃamos, le di la camiseta de la carrera. Era bonita, sÃ, pero sentÃa que le pertenecÃa más a él que a mi después del favorazo. Y sin saberlo, ese sencillo gesto, el de renunciar a una simple camiseta, fue el preámbulo de este post.
Haciendo recuento
He ido al armario a contar cuántas camisetas técnicas tengo, y aunque no me sorprende, he contado 46.
Eso sin tener en cuenta las que debo tener lavando o tendidas, ni aquellas que se quedaron por el camino cuando hice limpieza de armario antes de irme a Malta, ni tampoco el resto de camisetas de manga larga o térmicas.
Son muchas, demasiadas.
Y muy en sintonÃa con lo que escribà sobre buscar la simplicidad, he pasado a la acción y he empezado a hacer triaje. No quiero más camisetas.
Teniendo en cuenta que se me ocurriera entrenar toda una semana a doble sesión (mañana y noche), que NO va a pasar, como mucho necesito 14 camisetas. Y la verdad, me siguen pareciendo un montón, porque al final siempre acabo llevando las mismas.
Algo que llevo pensando desde hace mucho, es que los organizadores de carreras deberÃan empezar a cambiar la estrategia, dejar de hacer tanta camiseta e invertir ese dinero en otro material o regalos.
Entiendo que para ellos es lo más fácil, y que a muchos corredores, los que sólo hacen unas pocas carreras al año o los que esto que digo se la suda rotundamente, quieran tener su camiseta. Pero lo cierto, es que viendo las que tengo y cómo son, muy pocas de ellas están realmente trabajadas.
De mi colección, sólo unas pocas sobrevivirán y si lo hacen, será por que el diseño me gusta, la calidad de la camiseta es buena o por puro sentimentalismo.
Por que está bien, entiendo lo mucho que mola lucir una camiseta que pone finisher de algo, porque la has sudado y porque verla te recuerda lo mucho que trabajaste para llegar ahà y acabar, pero de verdad, hay carreras y carreras, y algunas, sobretodo las más pequeñas, deberÃan plantearse qué hacer.
Algunas ideas para los organizadores
Lo primero que se me ocurre a bote pronto, es dar otro tipo de material. Es algo que ya hacen otras carreras y lo veo genial. Por casa tengo un buff térmico, una banda para la cabeza, unos pantalones cortos… En definitiva, intentar ofrecer algo fuera de lo común y que aún asà sirva de recuerdo.
Otra idea, es ofrecer la opción de comprar o no la camiseta o accesorio a la hora de hacer el registro. No recuerdo en qué carrera me permitieron hacerlo y me pareció superacertado.
Que muchas carreras tienen los precios inflados es una realidad, esto del trail y las carreras no deja de ser una oportunidad para muchas empresas, pero como corredor me gustarÃa tener la decisión final en si quiero gastarme más o menos por una camiseta (cuando ya tengo tropecientas en el armario).
Y la última idea que se me ocurre, es invertir ese presupuesto en algo memorable. Si se regala una camiseta es para tener un recuerdo de ese dÃa, y desde la organización también para publicitar la carrera. ¿Pues qué mejor que hacer algo para que los corredores recuerden y hablen de ese dÃa?
Que monten un espectáculo al acabar, que la salida o llegada sea increÃble, de esas que recuerdas toda tu vida, hayas corrido una o un millar de carreras. Que en lugar de un simple bocata o butifarra y cerveza (que ya de por si me encanta), monten una comida enorme para todos los que decidan quedarse al acabar. No sé, algo diferente.
Cada vez hay más y más carreras, y una camiseta no me hará volver, sólo los grandes recuerdo de aquel dÃa o por cómo otros me la han descrito. ¿Te han dicho alguna vez «TÃo, vente a esta carrera porque la camiseta es brutal»? Pues eso.
Si crees que tengo un pelÃn razón, te animo a que compartas este post en tu Facebook o Twitter o que se lo pases a alguien que esté involucrado en la organización de alguna carrera.
Y ¡ah! Sólo una cosa más. Por curiosidad ¿Cuántas camisetas tienes en el armario?