Mientras entrenaba ayer con mi chica le dije que probablemente no correría (o tanto) si no creyera que se me daba bien. Y aunque esas palabras salieron de mi boca, lo cierto es que no me convencieron demasiado.
Hace un tiempo ya di mi particular explicación de porqué me gusta correr y como dije ahí, los resultados son una motivación más pero no son ni mucho menos el objetivo.
Aunque al principio cuesta empezar a correr, tu entrenamiento debe por si mismo proporcionarte cierto grado de disfrute y satisfacción. ¡No dejes que batir tiempos sea la única razón por la que corres a diario! Disfruta del entrenamiento y de la satisfacción de sentirte sano y en forma.
No hay nada más triste que oír a alguien decir «He perdido medio año» sólo porque no logró acabar una carrera o bajar su anterior marca. Si lleváramos ese razonamiento al extremo, también podríamos decir que un atleta olímpico pierde cuatro años sólo porque no ha ganado un oro.
Si ganar o mejorar tiempos es lo único que salva a los corredores de «perder su tiempo entrenando», entonces hay un montón de gente por ahí perdiendo el tiempo corriendo. Es verdad que entrenamos para superarnos, para hacer mejores tiempos, algunos incluso para ganar carreras, pero correr y entrenar nos aporta mucho más que todo eso.
La próxima vez que no acabes una carrera o bajes de determinado tiempo, recuerda que corres por algo más y que ese objetivo es secundario. No pierdes el tiempo corriendo.